Hasta hace poco tiempo, los llamados “pasaportes sanitarios digitales” se revelaban como la solución más práctica para la reactivación de los viajes, en especial de negocios.
Hoy, a puertas de culminar el año, una multiplicidad de iniciativas de este tipo, está diluyendo la esperanza de los actores de la industria. El más difundido, es el CommonPass, que proporciona un código QR que evidencia la ausencia del virus, albergando datos de los resultados de laboratorio y registros de vacunación, entre otros requerimientos. Por su parte, personalidades como Mark Cuschieri, presidente de la junta europea de la Global Business Travel Association (GBTA) opinan, “Hay tantos pasaportes en este momento, tantas disparidades entre los gobiernos y las aerolíneas que eso crea problemas. Desafortunadamente no existe una medida única para todos”. La incertidumbre es el obstáculo a superar. Los requisitos cambian muy rápidamente y no están armonizados, incluso dentro de los países y, ciertamente, la variedad de pasaportes sanitarios no ayuda.