Cada vez más viajeros buscan algo más que descanso. Quieren aprender, crear y volver a casa con una nueva habilidad.
En un giro significativo dentro de la industria del turismo, las skillcations se posicionan como una de las tendencias actuales. Se trata de vacaciones enfocadas en adquirir habilidades nuevas, a través de experiencias prácticas como clases de cocina, talleres con artesanos locales o actividades culturales inmersivas. Según datos recientes, el 39 % de los viajeros en América del Norte y Europa manifiesta interés por viajes orientados a actividades y aprendizajes concretos. Ya no se trata solo de conocer paisajes o relajarse junto a una pileta o una playa, sino de involucrarse activamente con el destino y su cultura, ganando conocimientos y recuerdos duraderos.
Hospitality brands como Hyatt Vacation Club y Celebrity Cruises han comenzado a adaptar su propuesta para satisfacer esta demanda. En sus distintos destinos, Hyatt ofrece desde clases de alfarería hasta talleres de preparación de tortillas en los Estados Unidos, pasando por lecciones de salsa, degustaciones de tequila y confección de collares tradicionales en sus resorts de México y Hawái.
Las skillcations (que ciertos especialistas llaman también learncations o createcations) no solo ofrecen una alternativa más activa al turismo tradicional, sino que también responden a una búsqueda más profunda de quienes quieren viajar con propósito. Para muchas personas, estas experiencias significan una oportunidad de conexión con lo auténtico, con lo local, e incluso consigo mismos. Este fenómeno se alinea particularmente con los intereses de los millennials, que representan una porción creciente del mercado de viajes. Esta generación valora las vivencias significativas, personalizadas y memorables, muchas veces en familia, y busca que cada viaje deje una huella emocional y concreta.
Celebrity Cruises, otro jugador fuerte del sector, ha lanzado recientemente una escuela de cocina a bordo de su barco Celebrity Xcel, donde los pasajeros pueden aprender a preparar platos inspirados en los destinos que visitan. Las propuestas incluyen desde clases de soplado de vidrio caliente hasta talleres de sushi, consolidando la idea de que los viajes también pueden ser una fuente de desarrollo personal.
Más allá del entretenimiento, este tipo de vacaciones plantea una nueva manera de entender el turismo. En un mundo donde el tiempo libre es cada vez más valioso, los viajeros optan por invertirlo en experiencias que les permitan crecer, explorar intereses y salir de su zona de confort.
En ese sentido, las skillcations marcan una evolución natural hacia un turismo más comprometido, activo y personalizado. Una clase de cocina en Buenos Aires, una lección de hula en Hawái o un taller de cerámica en Costa Rica no solo enriquecen el viaje: también amplían los horizontes personales de quienes participan.
