Conocida como la segunda ciudad más grande de Las Bahamas, Freeport, en Grand Bahama, se ha convertido en un patio de recreo tropical para sus visitantes.
Explorar maravillas ecológicas, transitar por sus enclaves históricos y relajarse en el paraíso, tan solo son algunas de las posibilidades para disfrutarla.
Sus alojamientos van desde complejos todo incluido para familias hasta posadas. En otras palabras, cuenta con hospedaje para todos los perfiles y presupuestos.
En concreto, Grand Bahama alberga tres parques nacionales, incluido uno de los mayores sistemas de cuevas submarinas del mundo. Como tal, ofrece a los visitantes mucho más que playas de arena blanca.
Históricamente, indios siboney, portugueses, españoles y británicos declararon Freeport como suyo. El destino fue un mercado clave para británicos y confederados durante la Guerra Civil estadounidense, y un siglo después, aprovechó el desarrollo del turismo moderno de posguerra en la década de 1950.
Hoy es uno de los 16 destinos insulares de Las Bahamas que viajeros que buscan disfrutar del mar, ya que es un santuario de deportes acuáticos de talla mundial, como snorkel, buceo, pesca deportiva, kayak, parasailing y paseos en barco. Sin embargo, la equitación, el golf, el tenis y el críquet también son actividades populares en la isla.
Entre sus ineludibles tesoros se encuentran los Parques Nacionales. Empezando por el Lucayan National Park, que reúne lo mejor de la biodiversidad en Las Bahamas y alberga uno de los mayores sistemas de cuevas submarinas de piedra caliza del mundo. Además, ofrece senderos naturales y paseos elevados entre los seis ecosistemas del país, incluidos un manglar y un bosque de pinos.
A propósito de cuevas, Ben’s Cave es uno de los puntos culminantes de este sistema submarino, al que solo se puede acceder acompañado de un guía experto. Por su parte, el famoso club de playa de Deadman’s Reef, es ideal para practicar snorkel.
Protegida por el Bahamas National Trust, la solitaria Gold Rock es un auténtico paraíso. Con marea baja, la orilla de la playa se adentra metros en el mar y es conocida como la “alfombra de bienvenida” de Grand Bahama.
El Rand Nature Center, es el parque nacional más accesible de Grand Bahama y santuario de 400 mil metros cuadrados en el corazón de Freeport, con un sendero de 600 metros, bosques de pinos, así como 130 plantas identificadas.
Por su parte, Peterson Cay, se presenta como el parque nacional más pequeño de Las Bahamas, con apenas 6,000 metros cuadrados. Accesible sólo en barco, es uno de los favoritos de los buceadores gracias a sus cuatro zonas de arrecifes, repletas de mantarrayas, barracudas y otras especies marinas.
De la naturaleza a la cultura y la gastronomía
Otra aventura única espera a los visitantes a 25 minutos en coche de Freeport, por la autopista Grand Bahama Highway, que cruza el centro de la isla de este a oeste.
Owl’s Hole es un impresionante agujero azul de agua dulce “escondido” en un pinar caribeño. El nombre hace referencia a los búhos que anidan en sus salientes rocosos. El mejor acceso es en cuatrimoto, donde la observación de aves es excelente.
Asimismo, el Garden of the Grooves, es una de las atracciones más populares de Freeport. Los senderos conducen a cascadas, los pájaros y mariposas adornan los jardines tropicales, además alberga una capilla para bodas y un laberinto.
Una atracción turística imprescindible es el Port Lucaya Marketplace, un centro gastronómico y comercial junto al mar, que tiene de todo. Es ideal para disfrutar de la deliciosa mezcla de platos locales e internacionales que ofrece Freeport.
A este increíble paraíso se llega conectando vía Nassau. Si los viajeros se localizan en Florida, pueden llegar en vuelos desde Miami, o en ferry desde Ft. Lauderdale y el crucero Margaritaville at Sea desde Palm Beach.
