Cada temporada invernal, de diciembre a marzo, las cálidas aguas de la Bahía de Banderas reciben a estos majestuosos cetáceos que migran desde el norte del continente para reproducirse y dar a luz.
La costa nayarita se transforma en un escenario único donde las ballenas jorobadas ofrecen un espectáculo inolvidable: saltos monumentales fuera del agua, elegantes movimientos de aletas, coletazos sobre la superficie y complejos cantos submarinos que, gracias a hidrófonos especializados, pueden escucharse durante algunos recorridos.
Pero la riqueza marina de Nayarit no se limita a las jorobadas. En sus aguas también habitan delfines, orcas, cachalotes y ballenas azules, lo que convierte a la región en un verdadero paraíso para los amantes del ecoturismo y la vida silvestre.
Desde el puerto de San Blas hasta destinos de lujo como Mandarina, pasando por Rincón de Guayabitos, Punta de Mita, Costa Canuva, Nuevo Nayarit y La Cruz de Huanacaxtle, los visitantes encuentran múltiples escenarios para disfrutar de este espectáculo.
Las excursiones de avistamiento se realizan bajo protocolos responsables y con operadores certificados, garantizando una experiencia segura, educativa y respetuosa con el entorno. Por su carácter accesible y enriquecedor, esta actividad resulta ideal para familias, aventureros y viajeros interesados en el turismo sostenible.


La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), también llamada yubarta, es una de las especies más impresionantes del océano: puede medir entre 12 y 16 metros y alcanzar un peso cercano a las 36 toneladas. Su cuerpo robusto, sus largas aletas pectorales y su carácter acrobático la convierten en una de las más carismáticas y reconocibles del mundo marino.




