Impulsado por la recuperación económica regional y el aumento de viajeros corporativos, el corredor México-Colombia atraviesa uno de sus momentos más dinámicos de la década.
De acuerdo con ProColombia, el país sudamericano recibió entre 6.7 y 6.9 millones de visitantes no residentes en 2024, posicionando a México entre los principales mercados emisores, aportando un 8% de los visitantes extranjeros en el primer semestre de 2025.
El gasto turístico promedio también refleja esta tendencia: USD 1,642 por viaje, un aumento del 11.3% frente a 2024, confirmando el peso económico de la relación bilateral.
La evolución del transporte aéreo ha sido clave. Aeroméxico opera actualmente cuatro rutas directas entre Ciudad de México y Bogotá, Medellín, Cartagena y Cali, con 84 vuelos semanales. La reciente incorporación de una ruta diaria a Cali, con equipos Boeing 737, incrementó la disponibilidad de asientos y facilitó el movimiento de viajeros MICE.
“Colombia es un mercado estratégico dentro de nuestra red en América Latina. El crecimiento sostenido del tráfico confirma que empresas y viajeros requieren opciones confiables y eficientes”, dijo Fernando Esqueda, director de Ventas México para Aeroméxico.
Proyecciones de ProColombia anticipan incrementos de doble dígito en reservas aéreas internacionales hacia Colombia en 2025, especialmente hacia Bogotá, Medellín y Cartagena, que concentran entre 62% y 92% de las llegadas internacionales.


Ciudades como Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Cali y Cúcuta han fortalecido su oferta para absorber el incremento de viajes corporativos. En este contexto, Accor mantiene presencia con 30 hoteles en México y 18 en Colombia, alineados con la tendencia de viajes corporativos, reuniones y “bleisure”.
“La mayor conectividad redefine cómo se mueven los viajeros de negocios en América Latina. Asegurar disponibilidad y ubicación estratégica es clave para acompañar este crecimiento”, afirmó Mario Rosas, Director of Sales Hispanic Countries Americas de Accor.
El fortalecimiento del corredor México–Colombia responde a una ecuación clara: más conectividad aérea, más viajeros de negocios, mayor derrama económica y una infraestructura hotelera en expansión.
Con reservas al alza y gasto turístico creciente, este corredor se perfila como uno de los más competitivos y estratégicos de América Latina hacia 2026, especialmente para sectores corporativos, MICE, agencias y empresas con operaciones en ambas naciones.



