Con playas bioluminiscentes, eco aldeas en reservas naturales y resorts de lujo, este destino del Pacífico mexicano propone despedir el año entre naturaleza, cultura y sofisticación.
En Riviera Nayarit, los más de 300 kilómetros de litoral se vuelven protagonistas. Chacala, en Compostela, deslumbra con su espectáculo nocturno de bioluminiscencia, mientras que el Pueblo Mágico de Sayulita reafirma su carácter bohemio y su título de capital del surf.
La costa de Litibú Higuera Blanca es ideal para practicar este deporte entre diciembre y abril, aunque también hay opciones como pesca, buceo, esnórquel o excursiones a caballo. Las Islas Marietas, con la Playa del Amor, y el avistamiento de ballenas completan la experiencia.
Para quienes prefieren la naturaleza, Ojo de Cielo en San Blas ofrece una eco aldea de 50 hectáreas de bosque tropical con fauna diversa y una cascada rodeada de manantiales. Es posible practicar senderismo, disfrutar de un temazcal o acampar bajo las estrellas.
El lujo también tiene su espacio en Nayarit. El Hotel St. Regis Punta Mita brinda un ambiente íntimo y exclusivo con cenas de gala frente al mar, fuegos artificiales y celebraciones decembrinas que incluyen el encendido del árbol de Navidad y la llegada de Santa Claus.
En Marival Emotions Resort & Suites, la Nochevieja se celebra con música en vivo, cena especial y un espectáculo de fuegos artificiales, seguido de un after party en Cesar’s Nightclub. En Armony Marival Resort & Spa Punta de Mita, la última Pool Party del año y las cenas elegantes culminan con una divertida fiesta de cuenta regresiva.
