Cada diciembre, las comunidades zacatecanas mantienen vivas sus tradiciones más representativas: posadas, pastorelas, misas de aguinaldo y peregrinaciones, rituales que permiten a visitantes y locales reencontrarse con sus raíces y con el sentido de comunidad.
Paralelamente, diversas parroquias organizan momentos de oración, colectas de alimentos y campañas de apoyo para familias en situación vulnerable, reforzando el espíritu solidario de la temporada.
Entre los símbolos más presentes destaca la corona de Adviento, elaborada con ramas verdes y cuatro velas que representan esperanza, vida y eternidad. Cada domingo se enciende una vela adicional como preparación para la Navidad, recordando el amor eterno de Dios y la espera de un nuevo ciclo.
La Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, joya del barroco novohispano en cantera rosa, recibe a visitantes con celebraciones que invitan a la reflexión espiritual.


La Parroquia de Santo Domingo, fundada por jesuitas y concluida por dominicos en el siglo XVIII, ofrece novenarios, conciertos sinfónicos y actividades culturales.
Por su parte, el Templo de Fátima, en la colonia Sierra de Álica, organiza recorridos, actividades para niñas y niños y su tradicional Procesión de la Luz, donde cientos de personas encienden velas en un acto de fe comunitaria.



