Como un destino que siempre ha latido a ritmo propio, al caminar por el French Quarter, en una brass band improvisada o en la trompeta que inicia la noche en Frenchmen Street, Nueva Orleans hoy anuncia con orgullo su nuevo nombramiento internacional.
La UNESCO nombró a la ciudad “Ciudad Creativa de la Música”, sumándola a un selecto grupo de destinos donde la cultura impulsa presente y futuro.

En Nuevo Orleans nació el jazz: primero en Congo Square, donde ritmos africanos y melodías europeas se mezclaron, y después en las brass bands, clubes íntimos y músicos que marcaron época, como Louis Armstrong, Jelly Roll Morton o Wynton Marsalis.
Con el tiempo, la ciudad alimentó géneros como funk, R&B, soul, rock y bounce, consolidándose como un verdadero laboratorio musical.
El proceso de candidatura fue liderado por New Orleans & Company, junto con autoridades locales y un consejo asesor de expertos.
“Esta designación fortalece nuestra presencia en el escenario global y abre nuevos caminos para que nuestros portadores de cultura se conecten con otros en la industria de manera nunca antes posible”, señaló Walt Leger III, presidente y CEO de la organización.

Para los músicos locales, el reconocimiento confirma lo que siempre supieron: que su patrimonio sigue vivo y creciendo. Bruce “Sunpie” Barnes celebró la oportunidad de proteger y compartir la herencia musical con nuevas generaciones, mientras organizaciones comunitarias como la Bayou District Foundation destacaron la posibilidad de colaborar y mostrar al mundo lo que hace única a la ciudad.
La celebración tendrá un inicio monumental: en enero, Nueva Orleans recibirá por primera vez en Estados Unidos a Rockin’1000, la banda de rock más grande del planeta, con mil músicos tocando en sincronía en el Caesars Superdome.



