En 2014, la ciudadanía eligió mediante votación pública los 7 Tesoros del Patrimonio Cultural de Colima, un reconocimiento que resalta la riqueza histórica y simbólica de la entidad. Conocerlos es adentrarse en la esencia misma del estado.
El primero es La Petatera, en Villa de Álvarez, considerada la artesanía más grande del mundo. Con 60 metros de diámetro, esta plaza de toros desmontable se construye cada inicio de año por más de 70 familias, y ha sido reconocida por el INAH y la UNESCO como arquitectura temporal única.
La segunda joya es la Celebración de los Chayacates de Ixtlahuacán, una festividad ritual con más de 400 años de historia, donde hombres enmascarados representan la búsqueda del pesebre del Niño Dios, fusionando tradiciones prehispánicas y cristianas.
El tercer tesoro es Comala, Pueblo Mágico, célebre por su papel en la literatura mexicana como escenario de Pedro Páramo de Juan Rulfo. Sus paisajes, gastronomía y la enigmática Zona Mágica lo convierten en un destino imperdible.
Las Salinas de Cuyutlán, cuarto tesoro, son un referente productivo y turístico. Su flor de sal, apreciada internacionalmente, se obtiene mediante métodos artesanales que preservan el conocimiento ancestral de las familias salineras.
El Teatro Hidalgo, construido en 1883, es el quinto tesoro. Su arquitectura y su historia como escenario de compañías internacionales lo consolidan como un ícono cultural vigente.
El sexto tesoro es el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima, fundado en 1980 por Rafael Zamarripa. Con giras internacionales y presentaciones en escenarios emblemáticos como Bellas Artes y el Vaticano, es un orgullo artístico de México.
Finalmente, el séptimo tesoro es el Paisaje de los Volcanes de Colima, formado por el Volcán de Fuego y el Nevado de Colima, que ofrecen espectaculares ecosistemas y experiencias de turismo de naturaleza.
