Con la llegada del invierno, la Bahía de La Paz vuelve a convertirse en refugio natural de esta especie, atraída por la abundancia de alimento y las condiciones de protección que garantizan su seguridad.
El retorno del tiburón ballena no solo enriquece el ecosistema marino, sino que también impulsa el turismo responsable. La Paz se distingue por aplicar regulaciones estrictas para la interacción con estos gigantes del océano, asegurando el menor impacto posible.
El Fideicomiso de Turismo de La Paz (FITUPAZ) recomienda elegir tours certificados que cuenten con biólogos marinos o guías especializados, capaces de ofrecer experiencias educativas y seguras que fomenten la conservación.
Durante los recorridos, los visitantes no sólo observan de cerca al tiburón ballena, sino que también aprenden sobre su biología, su mecanismo de alimentación por filtración y su papel fundamental en el equilibrio del ecosistema. Esta experiencia busca generar conciencia y respeto hacia una de las especies más extraordinarias del planeta.
La temporada representa un pilar económico para La Paz, al generar derrama en servicios como embarcaciones, hospedaje, alimentación y operadores turísticos comprometidos con las buenas prácticas ambientales.
Más allá de su atractivo turístico, la llegada del tiburón ballena es un recordatorio del privilegio de compartir el mar con una especie emblemática.
