El destino canadiense florece y la brisa del lago invita a salir. La temporada de verano propone atracciones al aire libre que celebran la belleza natural de la ciudad.
La aventura comienza en High Park, donde los senderos arbolados, jardines coloridos y áreas familiares como la zona de juegos acuáticos, el parque infantil y una acogedora cafetería crean el ambiente perfecto para una tarde relajada.
Al este de la ciudad, los Scarborough Bluffs ofrecen vistas espectaculares del Lago Ontario, ideales para nadar, tomar el sol o recorrer sus senderos junto a los acantilados.
Historia y arquitectura se unen a través de los ROMWalks, recorridos guiados gratuitos organizados por el Museo Real de Ontario. Disponibles los miércoles y domingos hasta finales de octubre, estas caminatas son una forma única de conectar con el espíritu local.
Abordar el ferry es una invitación a escaparse a las Islas de Toronto, un refugio de verano muy querido a solo unos minutos del centro.
Algunos visitantes eligen pedalear por senderos tranquilos, remar en kayak a lo largo de la costa o pasar el día en el Parque de Diversiones Centreville.
Para una experiencia más inmersiva en la naturaleza, una recomendación es visitar el Parque Nacional Urbano Rouge. Con más de 50 kilómetros de senderos, es un paraíso para excursionistas, observadores de aves, e interesadas en programas como Learn-to-Camp.
El nuevo Parque Biidaasige, en Ookwemin Minising, forma parte de un ambicioso proyecto de protección contra inundaciones y renovación urbana en los Port Lands. Su nombre honra las raíces indígenas del paisaje y marca el inicio de comunidades sostenibles en la ciudad.