Las compañías de cruceros, protagonistas destacados del turismo global, han asumido un papel central en la transición hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente. A través de inversiones en innovación tecnológica, adopción de energías alternativas y un compromiso activo con acuerdos internacionales, la industria busca convertirse en referente del transporte sustentable.
El último informe de sustentabilidad de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) traza la hoja de ruta hacia la meta de cero emisiones netas para 2050. El camino no es sencillo, pero ya se han dado pasos significativos. La adhesión a tratados como el MARPOL (Convención Internacional para la Prevención de la Contaminación por los Buques) ha permitido una reducción global de gases contaminantes. Sin embargo, las empresas miembros de la CLIA van más allá: proyectan reducir en un 40 % sus emisiones de carbono para 2030, adoptando nuevas tecnologías y prácticas que superan las exigencias de estos marcos legales.
Energías limpias y nuevas tecnologías
Uno de los ejes más fuertes en la estrategia verde de los cruceros es el uso de energía eléctrica en puerto. Cuando los barcos se conectan a una fuente eléctrica en tierra firme, pueden apagar sus motores, reduciendo hasta en un 98% las emisiones mientras están atracados. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer: solo el 2 % de los puertos del mundo cuenta con esta tecnología, mientras que el 46% de los cruceros ya están preparados para utilizarla.
Los combustibles marinos sustentables también son parte clave del cambio. Actualmente, se están explorando soluciones como los biocombustibles, los electrocombustibles (como el e-metano y el e-metanol), el gas natural licuado (GNL), y tecnologías basadas en energía solar e incluso eólica. En junio de 2023, el MSC Euribia realizó un viaje sin emisiones netas gracias al uso de bio-GNL, marcando un hito en la industria.
El metanol verde surge como una de las opciones más prometedoras: ya se están construyendo siete barcos que funcionarán con este combustible, incluyendo unidades de TUI Cruises, Celebrity Cruises, Disney Cruise Line y Norwegian Cruise Line, con planes de estar operativos en 2028.
Diseño de barcos más eficientes
La sustentabilidad también comienza en el diseño. Los nuevos cruceros integran sistemas inteligentes de iluminación, climatización y gestión de residuos, y adoptan innovaciones como intercambiadores de calor que reutilizan la energía de los motores para calentar agua. Otra innovación creciente son los sistemas de lubricación por aire, que canalizan burbujas bajo el casco para reducir la resistencia al avance y, con ello, el consumo de combustible.
Además, se están utilizando pinturas antialgas ecológicas y formas de casco optimizadas para reducir la resistencia en el agua. Todo esto busca alargar la vida útil de los barcos, que actualmente es de unos 30 años, pero que deben adaptarse desde su construcción a los estándares del futuro.
Las tecnologías digitales también desempeñan un rol clave. Los sistemas de gestión energética monitorean en tiempo real el rendimiento de los motores, rutas, velocidad y emisiones, permitiendo ajustes que optimizan el uso de recursos y minimizan el impacto ambiental.
Cooperación global, otra clave para el éxito
Pese a los avances, la industria reconoce que no puede alcanzar sus metas en solitario. La CLIA trabaja activamente con gobiernos, la Unión Europea, proveedores de energía y empresas tecnológicas para acelerar el desarrollo y la adopción de soluciones sustentables. El objetivo es fomentar políticas públicas que favorezcan la construcción de buques de bajo consumo, incentiven la producción de combustibles renovables y faciliten su distribución global.
Esto implica también acceso preferencial a financiamiento, desarrollo de infraestructura portuaria y marcos regulatorios que favorezcan la innovación. La CLIA insiste en que el respaldo institucional es indispensable para que los esfuerzos actuales no queden solo en promesas, sino que se conviertan en transformaciones reales a gran escala.
El camino hacia la neutralidad de carbono está lleno de desafíos técnicos, logísticos y económicos, pero también ofrece grandes oportunidades. El crecimiento del turismo responsable y la demanda de experiencias más conscientes por parte de los viajeros están alineando los intereses comerciales con los ambientales.
La industria de los cruceros ha dejado claro que quiere ser parte de la solución, no del problema. Con más de 40 nuevos barcos propulsados por combustibles sustentables en construcción y docenas de proyectos piloto en marcha, el viaje hacia una navegación más limpia ya ha comenzado.
