Mientras millones de personas disfrutan de su dosis diaria de cafeína sin pensarlo dos veces, pocos consideran que, con la misma inversión, podrían estar protegidos al viajar.
En promedio, una bebida en alguna cadena de cafeterías en México puede costar entre $70 y $120 pesos mexicanos. Al multiplicar esta cifra por cinco días, el total ronda entre los $350 y $610, con lo que podría contratarse un seguro de viaje que cubra tanto emergencias médicas, como pérdida de equipaje, incluso demoras en el vuelo.
Silvina García, Country Manager en México y directora Comercial Regional de Canales para Universal Assistance, reconoce que la mayoría de los viajeros no piensa en los riesgos hasta que es demasiado tarde.
“Pero, por el mismo precio de un café diario, pueden asegurarse de que su viaje resulte mejor de lo planeado sin tener que solucionar situaciones que pueden prevenirse”, sostiene.
El seguro de viaje no solo ofrece protección en caso de accidentes o enfermedades, sino que también brinda asistencia en situaciones como retrasos de vuelos, robos o pérdida de documentos. Además, muchos planes incluyen atención médica 24/7 en el extranjero, evitando costosos gastos hospitalarios que podrían superar miles de dólares.
La prevención es clave, desde la compañía de asistencia se invita activamente a los viajeros a priorizar la tranquilidad e invertir en su protección integral, apostando por disfrutar enteramente de la experiencia y contar con apoyo en caso de necesitarlo.