El panorama de los viajes en 2025 está evolucionando hacia experiencias que combinan autenticidad, personalización y un enfoque sostenible.
Más allá de los destinos, los viajeros buscan historias, conexiones culturales profundas y un lujo que se viva en los detalles.
Por ello, la empresa de consultoría TL Portfolio comparte los nuevos pilares del lujo de las tendencias que definirán cómo y por qué viajaremos el próximo año.
La cultura como el nuevo lujo
En 2025, el lujo estará definido por experiencias culturales auténticas. Los viajeros buscarán conexiones genuinas con las tradiciones locales, explorando destinos donde puedan aprender, participar y sentirse parte de algo en donde la personalización será clave.
Islas como Santorini y Paros, en Grecia, ejemplifican esta tendencia, con su historia milenaria, sus paisajes de ensueño y una gastronomía que combina modernidad y tradición.
Sostenibilidad elevada al estilo de vida
La sostenibilidad ya no será opcional; será una expectativa clave para los viajeros, quienes buscarán destinos comprometidos con el medio ambiente y el turismo regenerativo.
Costa Rica, Nueva Zelanda y Bután seguirán liderando la tendencia. Las decisiones se centrarán en opciones ecológicas que no sacrifiquen la experiencia y respeten su entorno.
El Mediterráneo como un imán de lujo cultural
Islas como Paros están ganando popularidad gracias a su ambiente relajado, playas cristalinas y encantadores pueblos pintorescos. Paros se ha convertido en una alternativa ideal para quienes buscan escapar del bullicio y conectar con el entorno local.
Wellness inmersivo: mucho más que relajación
Desde retiros de yoga en medio de paisajes icónicos hasta terapias locales basadas en tradiciones ancestrales, destinos como Bali, Tailandia y Grecia estarán a la vanguardia.
En Grecia, por ejemplo, el wellness adquiere un enfoque único, fusionando la serenidad de sus paisajes con prácticas modernas y ancestrales.
Viajes que cuenten historias
El lujo cultural estará en su máximo apogeo en 2025, con viajeros que buscan destinos que ofrezcan narrativas auténticas y experiencias significativas.
Ciudades como Kyoto en Japón, Marrakech en Marruecos y, por supuesto, Sevilla en España, liderarán esta tendencia, ofreciendo una mezcla de modernidad y tradición.
Viajar en 2025 será mucho más que descubrir nuevos lugares; una invitación a sumergirse en culturas, historias y paisajes que transforman la forma en que vemos el mundo.