La gira Eras Tour de la cantante estadounidense repercutió masivamente en la industria hotelera a nivel mundial, generando aproximadamente 1,000 millones de dólares en ingresos adicionales en Estados Unidos, Europa y Asia.
El “efecto Swift”, según informes publicados en la prensa estadounidense, fue tan grande que en ciudades como Las Vegas y París las ocupaciones y tarifas hoteleras alcanzaron niveles similares a eventos como el Super Bowl y los Juegos Olímpicos.
Durante las fechas de los conciertos, los hoteles sumaron ofertas y actividades temáticas para atraer a los fans. Uno de ellos, el JW Marriott Miami Turnberry, organizó estaciones de fabricación de pulseras y cabinas fotográficas inspiradas en la cantante.
Además, servicios como el tren Brightline de Florida y tours en Nueva York y Londres lanzaron experiencias enfocadas en los fans de Swift, ampliando su influencia más allá del sector hotelero.
La magnitud de la gira transformó los patrones de viaje internacionales. En Europa, más de la mitad de los asistentes a los conciertos eran estadounidenses, para quienes fue económicamente viable viajar para ver el espectáculo debido a la fortaleza del dólar y las regulaciones de precios de boletos en el continente.
El CEO de Hyatt, Mark Hoplamazian, señaló que la influencia de Swift fue mayor que la de los Juegos Olímpicos de París, destacando su contribución a la economía global en 2024.
En Las Vegas, indicó Travel Weekly, las noches individuales durante los conciertos de Swift en marzo de 2023 impulsaron el 90% de ocupación, con tarifas medias entre 400 y 500 dólares durante un período de dos a tres días, mientras que la Super Bowl funcionó con alrededor del 80% de ocupación, con tarifas medias en el rango de 600 dólares, durante un período de cuatro a cinco días.
Un efecto semejante se obtuvo el pasado mayo en París, donde a nivel individual las noches de los conciertos de Swift superaron a cualquiera de las noches de máxima audiencia en los Juegos Olímpicos.