El pueblo minero de San Sebastián del Oeste ofrece una experiencia auténtica llena de historia y tradición, en un entorno colonial de construcciones del siglo VIII, rodeado de montañas y bosques.
Acompañados por perfumes frutales, las calles empedradas y la arquitectura transportan a los visitantes a otra época; proporcionando un ambiente encantador para recibir el nuevo año.
Todos sus caminos están envueltos en vegetación boscosa que conduce a miradores naturales, casonas, ex haciendas y casitas de techos de teja múltiples veces fotografiadas.
Entre las visitas obligadas se encuentra su plaza, el Templo de San Sebastián Mártir, el Portal Morelos, y el cerro de la Bufa con su mirador a 2 mil 411 metros sobre el nivel del mar.
Para disfrutar de la gastronomía, el “Jardín Nebulosa” prepara un viaje culinario a partir de ingredientes locales libres de químicos que terminan en un rico mole, crema de huitlacoche, o bien una barbacoa de cabrito horneado.
Si el plan propone relajación y buena compañía, “La quinta Mary” o el “Rincón de San Buenaventura”, ofrecen el café producido y tostado en la región, cultivado entre 8000 y 2000 metros sobre el nivel del mar.