De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT) se calcula que alrededor del 20% del turismo mundial tiene como motivo de viaje el Turismo Religioso y Espiritual.
En el caso específico de México, se cuentan varios recintos que cumplen con estas características los cuales se encuentran estrechamente relacionados con los usos y costumbres de los pueblos.
Ejemplo de lo anterior es Tizimín, uno de los municipios más antiguos del estado de Yucatán, donde la cultura Maya convive con la herencia europea, que llegó a la entidad durante la conquista y con ella una de las fiestas regionales más importantes del sureste mexicano; los Tres Santos Reyes.
Cabe destacar que el segundo santuario más visitado en el mundo, dedicado a los Tres Santos Reyes, se encuentra en Tizimín, solo después de la Catedral de Colonia en Alemania.
En esta comunidad Maya, tras ser evangelizada durante el siglo XVI por frailes franciscanos, se impulsó la construcción de su iglesia en 1745 dedicada a conmemorar a Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes fueron representados en imágenes de madera de cedro con hoja de oro.
Conforme a la tradición, los festejos iniciarán el 28 de diciembre con la “bajada” de las imágenes de los Santos Reyes; quienes comenzarán a recibir la visita de los feligreses que conforman los gremios y cofradías siendo los primeros en pasar aquellos pertenecientes a la primera agrupación del estado.
Se llevarán a cabo tres procesiones; el 6 de enero donde las imágenes harán su recorrido con sacerdotes y feligreses. La segunda el 8 de enero con los peregrinos que visitan el recinto y la última el 12 de enero con los habitantes de Tizimín, quienes al finalizar colocan las imágenes en sus nichos.
Las tradiciones de Yucatán son resultado del mestizaje entre los indígenas y el aporte de los conquistadores españoles; además, su situación geográfica e historia han provocado que también recibiera influencia de países como Cuba o Francia.
