Con la caída de los viajes de negocios y el auge del turismo desde Estados Unidos, las hoteleras apuestan por el ‘todo incluido’, pero con un enfoque en el lujo para sostener el crecimiento de los viajeros de ese segmento.
En 2021 se demostró la resiliencia de la industria turística, especialmente en los grandes resorts y el All-inclusive, por lo que México lo considera clave para el crecimiento. En este entorno las grandes cadenas están presentando nuevos proyectos, tal es el caso de Hilton que abrió un nuevo All-inclusive en Cancún como parte de un resort que en mayo de 2022 introducirá su marca de mayor lujo, Waldorf Astoria.
Wyndham también eligió a México como su punto de partida en el segmento, a través de una nueva marca, Alltra, que tendrá presencia mediante una alianza con Playa Hotels & Resorts. La cadena Marriott firmó una asociación con Blue Diamond Resorts con miras a convertirse en uno de los 10 mayores competidores del All-inclusive a nivel mundial en 2025.
Según un informe de Deloitte, la preferencia por el segmento all-inclusive se ha mantenido al menos durante los últimos cuatro años, resistiendo aún en pandemia. Según el estudio de esta consultora, en 2015, un 40% de una muestra de encuestados preveía hacer una reservación en un hotel “All Inclusive” para el verano; en 2020, el índice fue de 52%, al ser una de las opciones elegidas por turistas con hijos.