Decenas de ex asistentes de vuelo de la extinta aerolínea se quitaron los uniformes para quedarse en ropa interior durante una protesta silenciosa.
Luego de mucho tiempo con problemas financieros, la aerolínea italiana que operó durante 75 años, realizó su último vuelo el pasado 14 de octubre. Una nueva aerolínea, ITA Airways, la compró por 90 millones de euros y comenzó a volar al día siguiente, utilizando los aviones de Alitalia. También compró la marca Alitalia, pero contratará a 2.500 trabajadores, de los 10.000 que tenía esta. Los empleados que trabajarán para ITA Airways están siendo contratados con escalas salariales un 45% más bajas que las que tenían en Alitalia. Alrededor de 50 ex asistentes de vuelo se pararon en filas en una plaza en lo alto de la colina Capitolina de Roma, entre el Foro y el Campo Marcio, dejaron sus mochilas sobre el suelo y de forma sincronizada se despojaron de su vestimenta, se borraron el maquillaje con las manos y permanecieron en silencio durante algunos minutos. Después, con la atención del público y entre palmas, exclamaron al unísono: “¡Somos Alitalia!”.