Con la sostenibilidad ocupando un lugar más importante en las decisiones de viaje y el teletrabajo posicionándose como un fenómeno permanente en la realidad de muchas empresas de todo el mundo, los llamados “viajes lentos” pueden convertirse en la gran tendencia del turismo pos pandémico.

Así lo indican datos recientes de consumo de viajes en donde se evidencia una marcada preferencia por estadías más largas en los destinos y una mayor preocupación por el compromiso social y ambiental de las empresas turísticas.

Según Johanna Bonhill-Smith, analista de viajes y turismo de GlobalData, “varias tendencias de consumo ya sugieren que los viajes lentos podrían despegar después de una pandemia. Un viaje de más de diez noches es más deseable (22%) que una visita de un día (10%) o una escapada corta de una a tres noches (14%)”.

Pero ¿qué son los “viajes lentos”? Aunque se refieren principalmente a la velocidad a la que se realiza un viaje (por ejemplo, tomar un tren en vez de volar), su significado se amplía en la medida que abarca también a los turistas que permanecen más tiempo en los destinos estableciendo conexiones más fuertes con la gente y la cultura local.

La firma revela que hay una fuerza laboral remota más grande en todo el mundo debido a la pandemia: más del 70% de los encuestados optaron por tele-trabajar a tiempo completo o tener una combinación de trabajo remoto y oficina. Además, se estima que muchas empresas serán más flexibles con las horas de trabajo y la ubicación de un empleado, lo que significa que combinar trabajo y ocio será más fácil para millones de personas.

A ello se suman los costos adicionales, y molestias, que implican los requisitos relacionados con el covid-19, como las pruebas de PCR y los posibles períodos de cuarentena, lo que hacen inviables los viajes cortos y justifican permanencias más prolongadas en los destinos.

Pero la encuesta también señala que la sostenibilidad está a la vanguardia de las decisiones de los consumidores. El “apoyo a las causas sociales” se identificó como un factor clave en la compra de productos para el 25% de los encuestados (primer trimestre de 2021), mientras que para el 45% fue “bueno tenerlo”. Según la firma, esta preferencia puede llevar a los viajeros a inclinarse por apoyar a las comunidades locales en los destinos bajo el modelo de los viajes lentos.

“Esta tendencia de nicho refleja el creciente deseo de los consumidores por formas de viaje más vivenciales, yendo más allá de las hordas de turistas reunidos en busca de sol, mar y arena. Su crecimiento potencial podría rivalizar aún más con el concepto de turismo masivo y el concepto de paquete de vacaciones con todo incluido en la recuperación de viajes post covid-19”, concluyó la experta.