Según la asociación, los tiempos de procesamiento de los aeropuertos se han disparado a tres horas durante la hora pico con volúmenes de viaje de solo alrededor del 30% de los niveles anteriores a COVID cuando antes de la pandemia los pasajeros pasaban un promedio de 1,5 horas en los procesos de viaje, incluidos el check-in, la seguridad, el control de fronteras, las aduanas y la reclamación de equipaje.

La experiencia de un viaje en avión corre el riesgo de volverse caótica si los gobiernos no actúan rápidamente para adoptar procesos digitales para administrar las credenciales de salud de viaje, informó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo .

Los tiempos de procesamiento son más largos en el check-in y el control fronterizo, en los aeropuertos donde los certificados de salud para viajes se verifican como documentos en papel.

Sin mejoras en los procesos, el tiempo invertido en los procesos del aeropuerto podría alcanzar las 5,5 horas por viaje a niveles de tráfico pre-COVID del 75% y la asombrosa cantidad de ocho horas por viaje a niveles de tráfico pre-COVID del 100%.

“Sin una solución automatizada para los controles COVID-19, podemos ver el potencial de interrupciones significativas en el aeropuerto en el horizonte. El tiempo medio de espera y procesamiento de pasajeros ya se ha duplicado con respecto a lo que era antes de la crisis durante la hora punta, alcanzando unas inaceptables tres horas. Y eso es con muchos aeropuertos desplegando personal de nivel previo a la crisis para una pequeña fracción de los volúmenes anteriores a la crisis ”, dijo el director general de IATA, Willie Walsh y continuó “Nadie tolerará las horas de espera en el check-in o para los trámites fronterizos. Debemos automatizar la verificación de las vacunas y los certificados de prueba antes de que aumente el tráfico. Las soluciones técnicas existen. Pero los gobiernos deben acordar estándares de certificados digitales y alinear los procesos para aceptarlos. Y deben actuar rápido “.

Una solución para los gobiernos que requieren credenciales de salud para viajar es integrar esas credenciales en procesos ya automatizados. Sin embargo, hacerlo requiere certificados digitales reconocidos mundialmente, estandarizados e interoperables para las pruebas de COVID-19 y los certificados de vacunas.

Pero la digitalización de certificados tiene varias ventajas: evitar documentación fraudulenta, permitir controles anticipados “listos para volar” por parte de los gobiernos, reducir los tiempos de espera en los aeropuertos mediante la integración con el check-in de autoservicio, aumentar la seguridad mediante la integración con la gestión de identidad digital y reducir riesgo de transmisión de virus.

El G20 ha identificado una solución similar, y las Directrices de Roma del G20 para el futuro del turismo piden un enfoque internacional común sobre las pruebas de COVID-19, la vacunación, la certificación y la información, así como la promoción de la identidad digital del viajero.

IATA dice que las próximas discusiones del G7 el 11 de junio son la próxima oportunidad para que los gobiernos líderes desarrollen una solución en torno a cuatro áreas clave al acordar: emitir certificados de vacunas basados ​​en los estándares de datos del Certificado de Vacunas Inteligentes de la OMS, incluidos los códigos QR; emitir certificados de prueba COVID-19 de acuerdo con los requisitos de datos de la Organización de Aviación Civil Internacional; aceptar pruebas digitales de COVID-19 y certificados de vacunas en sus fronteras; y acepte aplicaciones para viajeros como el IATA Travel Pass.

“Esto no puede esperar. Cada vez se vacuna a más personas. Se están abriendo más fronteras. Los patrones de reserva nos dicen que la demanda acumulada se encuentra en niveles extremadamente altos ”, agregó Walsh y contnuó “Pero los gobiernos y las autoridades competentes están actuando de forma aislada y con demasiada lentitud. Aún es posible un reinicio suave. Pero los gobiernos deben comprender la urgencia y actuar con rapidez “.

Una de las numerosas soluciones digitales que se han desarrollado para verificar el estado de salud de una persona es el IATA Travel Pass, que comenzó a implementarse en las principales aerolíneas en marzo para ayudar a los viajeros a almacenar y administrar sus certificaciones verificadas para las pruebas o vacunas COVID-19.