La industria de eventos se encuentra entre la espada y la pared: los programas de asistencia gubernamentales están a punto de expirar, pero los eventos no están ni cerca de su regreso.
Ante esta apremiante realidad varias organizaciones de la industria lideraron protestas en Estados Unidos, Reino Unido y Portugal con miras a obtener apoyo de sus gobiernos. El mensaje donde todas coinciden, expresa que la industria de eventos llegó a un nivel de emergencia, equiparable a un “código rojo”. Según la European Exhibition Industry Alliance, los organizadores de exposiciones pronostican pérdidas financieras del 75% o más para 2020. No obstante, en lugar de una reapertura, la comunidad de eventos pide la expansión de licencias especiales, seguro de desempleo y planes de asistencia implementados durante el cierre. Otras solicitudes incluyen exenciones de impuestos y programas de capacitación.