Con
un llamado a no cancelar, sino reprogramar, Jalisco exhorta a los
viajeros a esperar para conocer sus emblemáticas haciendas. Alejadas del
bullicio de la ciudad, estas construcciones “mágicas”, conectan a los
huéspedes con la naturaleza, mientras conocen un poco de la historia que
guardan en sus muros. Tal es el caso de Hacienda La Magdalena, rodeada
de fuentes, arroyos, y jardines; así como la Hacienda Labor de Rivera,
muy cerca de la zona arqueológica de Guachimontones y la ruta del
tequila; o bien, la Hacienda Defranca, donde el descanso, la relajación y
el “lujo natural”, son algunos de los atributos con los que cuenta. |