“A
medida que se realizan esfuerzos globales para reducir la propagación
de COVID-19, nuestra pequeña nación insular no es la excepción. El
Gobierno de Aruba ha tomado la difícil pero necesaria decisión de
ordenar la suspensión de todas las llegadas de vuelos a Aruba por parte
de no residentes de la isla”, informaron. La medida que entró en vigor
la medianoche del 16 de marzo, continuará hasta el día 31. “Estas
restricciones están sujetas a cambios, debido que podemos considerar
medidas de precaución adicionales”, acotaron. Esta decisión “se toma
luego de una discusión seria, debido a que el turismo es la fuente
principal de sustento del pueblo de Aruba. Sin embargo, nuestra máxima
prioridad es la salud y el bienestar de nuestra gente y nuestros
visitantes”, concluyeron desde el destino. |