Italia desplegó una serie de nuevas restricciones para los no vacunados, entre las que destacan una prueba de vacunación o recuperación de una infección reciente requerida para ingresar al transporte público, cafeterías, hoteles, gimnasios y otras actividades cotidianas.
El nuevo requisito de pase de salud “super”, que elimina la posibilidad de mostrar solo una prueba negativa para acceder a los servicios, se produce cuando muchos italianos regresan a sus lugares de trabajo y estudio tras vacaciones de Navidad y Año Nuevo, luego de reportarse que las infecciones por Covid-19 superan las 100.000 por día en aquel país. En general, la población italiana ha apoyado las restricciones, que en los últimos meses incluye portar cubrebocas en espacios abiertos y cerrados, así como un pase de salud para acceder a sus espacios laborales. De igual forma, la policía ya verifica en las estaciones de tren el estatus de vacunación de los pasajeros y que estos lleven consigo cubrebocas Ffp2, considerados los más efectivos. Italia ha vacunado completamente al 86% de la población mayor de 12 años, y casi el 75% han recibido un refuerzo. Sin embargo, más de 2 millones de sus habitantes se encuentran contagiados, lo que se refleja en escasez de personal, pues se encuentran incapacitados o en aislamiento.