Según informó el medio israelí ‘The Times of Israel’ desde ayer 12 de diciembre el primer ministro Bennet y el titular de Salud Horowitz decidieron continuar con las actuales medidas en el acceso a través del aeropuerto internacional Ben Gurion.
Si bien la Oficina del Primer Ministro no especificó la prohibición de entrada para extranjeros, como anunció a finales de noviembre, se entiende que esta medida continuará vigente en la prórroga. Los extranjeros que logren un permiso para entrar deberán cumplir cuarentena en hoteles controlados por el Estado. Por su parte, los israelíes que ingresen al país tienen que someterse obligatoriamente a una prueba PCR en el aeropuerto y después pasar a un aislamiento domiciliario de al menos tres días, deber realizarse otro test que debe resultar negativo para poder terminar la cuarentena. Las medidas son distintas para los israelies no vacunados o que no se hayan enfermedad, para los cuales el aislamiento es de siete días y luego una prueba negativa para poder salir. Además, los israelíes procedentes de países del llamado “listado rojo” –los 50 países africanos, por ser en Sudáfrica donde se detectó el primer caso de Ómicron–, deben permanecer en un hotel de coronavirus, ubicados en Tel Aviv y Jerusalén, hasta que den negativo. Solo entonces pueden desplazarse a su domicilio para una nueva cuarentena de una semana.