Alarmado por una variante del coronavirus que se propaga rápidamente, el primer ministro Boris Johnson impuso un bloqueo total en Londres y la mayor parte del sureste de Inglaterra, prohibiendo las reuniones navideñas más allá de los hogares individuales.
La decisión, anunciada tras una reunión de emergencia de su gabinete, se produjo luego de que el gobierno obtuviera nueva evidencia de una variante detectada por primera vez hace varias semanas en el sudeste de Inglaterra, que según el primer ministro era hasta un 70 por ciento más transmisible. Las nuevas medidas, están diseñadas para aislar la capital y los condados circundantes, siendo las más severas que ha tomado el gobierno desde el bloqueo del país en marzo, y reflejan el temor de que la nueva variante pueda sobrealimentar la transmisión del virus conforme avanza el invierno. A nivel nacional, el ritmo de nuevas infecciones casi se ha duplicado en menos de dos semanas, superando la mayor parte de Europa occidental, aunque sigue por debajo de la tasa per cápita en EE.UU.