Reconocido por su atmósfera tranquila y su amplia oferta de actividades extremas, este Pueblo Mágico se ha convertido en un destino ideal para una escapada de fin de semana.
Aquí es posible disfrutar de experiencias que van desde el parapente, ciclismo de montaña y deportes acuáticos en su lago, hasta recorridos por cascadas, santuarios de la mariposa monarca y rincones llenos de tradición.
Una de las actividades que mejor combina bienestar, adrenalina ligera y conexión con la naturaleza es el senderismo hacia sus miradores, culminando con panorámicas inolvidables.
El primero es La Peña, un mirador de origen prehispánico donde se han encontrado vestigios de temazcales utilizados en rituales terapéuticos. Su ascenso, aunque apto para todas las edades, requiere cierta condición física debido a las pendientes rocosas. Desde lo alto, el paisaje del lago y la arquitectura local se funden en una postal única.
Otra parada es el Mirador Cruz de Misión, construido en 1869 en memoria de los padres misioneros. A pesar de haber sido derribado por un rayo en 1947 y reconstruido al año siguiente, sigue siendo un punto emblemático que ofrece vistas del pueblo y su entorno. El acceso a pie lo convierte en un sitio perfecto para quienes buscan tranquilidad y fotografía.


Finalmente, el Mirador La Torre, también conocido como “Torre del guardabosque”, se ubica en un área natural protegida donde se practican deportes como ala delta y parapente.
Además, cuenta con una zona deportiva y más de 20 kilómetros de senderos para caminar, correr o andar en bicicleta. Sus servicios adicionales incluyen renta de cabañas, área de campamento y sanitarios, lo que lo convierte en un espacio apto para todas las edades.
Para aprovechar al máximo estas experiencias, se recomienda llevar ropa cómoda, calzado adecuado, binoculares, protección solar, agua y snacks. Así, cada caminata se convierte en una oportunidad para conectar con la tierra sin contratiempos.



