Muchos viajeros están optando por experiencias de descanso alejadas del bullicio y la hiperconectividad.
El “quiet travel” o turismo silencioso, es una nueva tendencia que prioriza la tranquilidad, la inmersión en la naturaleza y la desconexión de la tecnología como vía para reconectar con uno mismo y reducir el estrés.
Según varias plataformas, las búsquedas relacionadas con “lugares tranquilos” crecieron un 50 % interanual. The Future Laboratory e IHG Hotels & Resorts detectaron también un aumento en la demanda de destinos rurales y experiencias analógicas. Mientras que plataformas como Campspot también confirman esta inclinación, señalando que el camping, las caminatas silenciosas o la contemplación del cielo nocturno se han vuelto populares entre quienes buscan serenidad.
Si bien esta tendencia puede sonar espartana, no implica renunciar al confort. Resorts de lujo, lodges ecológicos y villas privadas en rincones apartados del planeta están diseñando propuestas exclusivas para quienes valoran el silencio y el descanso con estilo.
Destinos del silencio
Bután, el único país carbono negativo del mundo, es un santuario natural con monasterios y templos enclavados en los Himalayas. El Six Senses Punakha permite admirar el verdor del valle desde suites lujosas con terrazas y ventanales panorámicos.
En las Islas Feroe, un remoto archipiélago danés en el Atlántico Norte, los viajeros encuentran montañas intactas y acantilados dramáticos. A una hora de su capital, la tranquila casa de huéspedes Gjáargarður ofrece un retiro de total aislamiento.
Alentejo, el corazón rural de Portugal, es ideal para disfrutar de estancias agroturísticas silenciosas. Herdade da Malhadinha Nova – Relais & Châteaux invita a convivir con animales de granja, recorrer viñedos y descansar en alojamientos privados rodeados de naturaleza.
Islandia, con sus paisajes volcánicos y poca contaminación lumínica, ofrece una escapada única. En Highland Base en Kerlingarfjöll, los visitantes se alojan en lodges privados y exploran los altiplanos centrales sin multitudes.
La Patagonia, tanto en Argentina como en Chile, sigue siendo un destino remoto donde el silencio reina entre glaciares y montañas. Lodges como Tierra Patagonia y The Singular Patagonia combinan bienestar, gastronomía y paisajes inigualables.
En África, los safaris en reservas poco concurridas como Ol Pejeta Conservancy (Kenya) o el Delta del Okavango (Botsuana) ofrecen una conexión profunda con la vida salvaje. Stanley’s Camp, con solo 10 tiendas de lujo, permite disfrutar de la experiencia en un entorno íntimo y sostenible.
Incluso en el Caribe es posible hallar serenidad. La isla de Canouan (San Vicente y las Granadinas), alejada del turismo masivo, alberga el Mandarin Oriental, con suites amplias y playas vírgenes, así como villas privadas en Canouan Estates.
El “quiet travel” propone un cambio de paradigma en el turismo. No se trata solo de relajarse, sino de desconectar intencionalmente del ruido digital y reenfocar la atención en el aquí y ahora. Caminatas sin auriculares, comidas sin celular, momentos para la introspección o la contemplación.