Pequeño en extensión pero grande en experiencias, Colima es un destino perfecto para mujeres viajeras que buscan descanso, aventura y cultura en un entorno seguro.
Con paisajes que van desde playas paradisíacas hasta montañas cubiertas de niebla, este rincón del Pacífico mexicano ofrece opciones perfectas para cada tipo de viajera.
Manzanillo- Con playas como La Boquita y Playa Miramar, es la mejor opción para relajarse bajo el sol o disfrutar de un masaje en la orilla del mar. Además, en Las Hadas Resort se pueden tomar clases de yoga frente al Océano Pacífico y disfrutar de un spa.
Comala- Conocido como “el Pueblo Blanco de América”, sus calles empedradas y fachadas coloniales invitan a recorrerlo a pie mientras se disfruta del buen clima. En la plaza principal se puede degustar un exquisito café artesanal y probar una auténtica botana colimota en los portales. Además, se pueden realizar tours por las rutas del mezcal y del café.

Se puede hacer senderismo en Suchitlán, a solo 15 minutos del centro de Comala, disfrutando de un entorno verde que recarga de energía, o para quienes gustan de desafíos, el cañonismo en Zacualpan es impactante, con caminatas entre cañadas y arroyos.
Armería y Cuyutlán- La tradición salinera de este lugar es muy arraigada, por lo que aquellas viajeras que deseen descubrirla a fondo, no pueden perderse un tour por el Museo de la Sal el cual ofrece una perspectiva histórica sobre una de las actividades más antiguas del estado.
Cuyutlán cuenta con una zona extensa de restaurantes, tiendas de artesanías y otros espacios de esparcimiento, como el Tortugario de reserva ecológica y el Estero Palo Verde, los cuales ofrecen recorridos en lancha para admirar la biodiversidad local.
Ya sea para una escapada en solitario o un viaje entre amigas, cada rincón del estado ofrece la posibilidad de celebrar la libertad y la aventura de recorrer otros rincones de México.