Ubicado en uno de los destinos con más biodiversidad del mundo, Nekajui, a Ritz-Carlton Reserve, abrió sus puertas para brindar a los viajeros más exigentes un refugio exclusivo y ultra-lujoso en medio de la belleza natural de la Península de Papagayo en Costa Rica.
Cuenta con 107 habitaciones y suites con vistas al mar, así como tres lujosas tiendas de campaña en las copas de los árboles. Su estilo único fusiona a la perfección la vida interior y exterior, mientras celebra el rico patrimonio cultural de Costa Rica.
El resort ofrece alojamientos que van desde amplias habitaciones, con una superficie a partir de 81 metros cuadrados, hasta suites de una y dos habitaciones, la lujosa villa Nekajui Grand de cuatro habitaciones y 36 residencias privadas con dos a cinco dormitorios.
Aunque para quienes buscan la máxima exclusividad, la propiedad ofrece la Villa Guayacán, un refugio de 10 habitaciones rodeado por un impresionante paisaje natural.
“Nekajui representa la esencia de nuestro portafolio Ritz-Carlton Reserve, creado para aquellos que buscan lo raro y lo desconocido”, afirmó Tina Edmundson, presidenta de Lujo en Marriott International.
Los jardines con duchas al aire libre, las piscinas privadas y las bañeras de inmersión profunda invitan a los huéspedes a una experiencia sensorial totalmente rodeada por la belleza natural.
La decoración inspirada en la cultura chorotega, que incluyepiezas en oro, cerámica de barro y madera, piedra y azulejos locales hechos a mano, realza el carácter único de Nekajui y transporta a los huéspedes a un santuario atemporal que potencia el paraíso costarricense.
En el centro de la oferta gastronómica se encuentra Puna, el restaurante de autor ideado por el chef Diego Muñoz. Inspirado en los altiplanos andinos y los paisajes de Costa Rica, también ofrecerá una experiencia Omakase de estilo asiático-peruano para seis comensales.
Este club de playa privado celebra el fuego con un horno de leña, platos inspirados en la cocina ibérica,variedades de aguas frescas y versiones modernas de platos clásicos playeros.
Por otro lado, Ámbar, un bar suspendido en la copa de un árbol, nombrado así por la gema «ámbar» con sus tonos dorados y amarillos que evocan un atardecer, da vida a cócteles vibrantes en medio de la exuberante flora de Costa Rica y adornos celestiales.
El Nimbu Spa & Wellness, ocupa una amplia superficie de 2.500 metros cuadrados y alberga una piscina de hidroterapia diseñada para resaltar el poder del agua. Además, expertos en bienestar han diseñado recorridos personalizados que integran elementos locales, como la cerámica chorotega, el barro volcánico y los aceites esenciales de la juanilama.
Los golfistas pueden disfrutar del campo privado Arnold Palmer Signature de 18 hoyos y par 72 de la Península de Papagayo. El campo, ubicado en medio de 125 acres de bosque ancestral, posee amplias calles y vistas impresionantes.
La casa club y el Centro de Raquetas, convenientemente ubicados a poca distancia a pie del resort, realzan aún más este destino de golf de primera categoría.
