Una playa paradisiaca, un atardecer espectacular o un pintoresco Pueblo Mágico lleno de historia, son algunos de los escenarios disponibles para las uniones románticas.
Ya sea en Acapulco, Ixtapa Zihuatanejo o Taxco, el Hogar del Sol presenta bellos paisajes, servicios de clase mundial y una gran hospitalidad para lograr que el evento sea memorable.
Romance frente al mar en Acapulco
El puerto más icónico de México es perfecto para quienes sueñan con una boda frente al océano Pacífico, rodeados de lujo y glamour.
En diversos puntos de la bahía se ofrecen jardines a la orilla del mar y muchos hoteles brindan paquetes para bodas, desde ceremonias íntimas hasta eventos multitudinarios.
También se ofertan paseos en yate para despedir la soltería, clínicas de golf para los invitados o días relajantes con las amigas en spas de lujo.
Naturaleza tropical en Ixtapa Zihuatanejo
Este binomio de lujo y encanto rústico es ideal para parejas que buscan una boda más relajada, íntima y en contacto con la naturaleza.
En Playa La Ropa, Playa Blanca y las exclusivas villas boutique, las parejas encuentran entornos paradisíacos para bodas en la playa.
Para complementar su estadía, se recomiendan los paseos en kayak, hacer snorkel o tener un día de catamarán junto con amigos y familiares antes de la gran celebración.
La gastronomía del Pacífico se integra en menús personalizados con ingredientes frescos y locales, como pescados, mariscos y frutas tropicales.
Romance colonial en Taxco
Para quienes buscan un entorno romántico lleno de historia y tradición, Taxco, el Pueblo Mágico con calles empedradas, es la elección perfecta.
La Parroquia de Santa Prisca, con sus vistas panorámicas y gran riqueza arquitectónica, es una alternativa para quienes buscan una boda religiosa distinta. Asimismo, en el destino se puede realizar la ceremonia al interior de una mina prehispánica de más de 400 años.
Taxco también se disfruta al recorrer sus minas de plata, explorar las grutas de Cacahuamilpa o las Pozas Azules de Atzala, visitando las joyerías locales para elegir anillos personalizados, paseando en teleférico y deleitándose con la gastronomía guerrerense en sus restaurantes.
