En Oakland, al igual que en las vibrantes tradiciones mexicanas, la muerte es un reencuentro, no una despedida. Por esta razón, el pasado 29 de octubre, el barrio de Fruitvale -corazón cultural de la ciudad-, se llenó de vida, color y música para celebrar el Día de los Muertos.

Organizado por el Consejo de Unidad, el Festival Anual del Día de los Muertos llevó a cabo su 28ª edición, abriendo sus calles a miles de visitantes. Este evento al aire libre ofreció una experiencia cultural y familiar única, completamente gratis para visitantes, así como locales.
Actuaciones de música en vivo de fama mundial hasta juegos para toda la familia, atracciones y hermosos altares conmemorativos, formaron parte de esta ventana a las profundas tradiciones mexicanas relacionadas con el Día de los Muertos.
El Día de los Muertos, originario de Mesoamérica, se celebra el 1 y 2 de noviembre y representa una tradición milenaria que abraza la muerte como una parte esencial de la vida. La creencia sostiene que durante estos días, las almas de los seres queridos regresan a casa para festejar con los suyos.
