El Estado de Chihuahua se propone sorprender a los viajeros con su ruta de Pueblos Mágicos: Casas Grandes, Hidalgo del Parral, Creel, Guachochi y un descenso al fondo del cañón, Batopilas.
De norte a sur, la magia de estos cinco Pueblos Mágicos será un viaje por la historia, el arte, la cultura, la naturaleza y los paisajes contrastantes de territorio conocido por su comunidad hospitalaria.
Zona Noroeste – Casas Grandes
Se localiza 280 km al suroeste de Ciudad Juárez vía Janos (carreteras federales 10 y 2) y a 290 km al noroeste de Chihuahua vía Ricardo Flores Magón (carreteras federales 45 y 10).
Los primeros españoles que arribaron a mediados del siglo XVI al contemplar las magníficas ruinas de Paquimé lo denominaron “Lugar de las Casas Grandes”.
En 1661, los frailes franciscanos establecieron la misión de San Antonio de las Casas Grandes para evangelizar a los indios janos y sumas. La iglesia actual es heredera del primer templo misional.
Este yacimiento fue registrado en 1998 como Patrimonio Mundial de la UNESCO y en 2015, quedó inscrito en el Registro de Protección Especial de la UNESCO, fue nombrado Pueblo Mágico en 2015.
Zona Sur – Hidalgo del Parral
Este poblado se ubica a 2.5 horas al sur de Chihuahua, los lugareños le denominan “la capital del mundo” por su relevancia como centro minero en los siglos XVIII y XIX. Fundado en 1631 en torno a una importante veta de plata, se posicionó como centro comercial, minero, maderero y ganadero.
El nuevo Pueblo Mágico alberga 200 edificios de relevancia histórica, destacando el Palacio de Alvarado y la Casa Stallforth. Es la cápsula del tiempo que el General Villa eligió lugar predilecto.
Anualmente recibe a jinetes de todo el país y sur de EE. UU. que rinden homenaje póstumo al Centauro del Norte en las Jornadas Villistas del mes de Julio.
Su clima y bellos atardeceres cautivan a los viajeros, recorriendo sus plazuelas, explorando sus restaurantes y saboreando sus dulces de leche galardonados a nivel nacional.
Zona Sureste – Creel
Por su ubicación al inicio de la zona de barrancas, servicios turísticos de alta calidad, la confluencia de varias carreteras serranas y por el paso del Chepe, es considerada la capital informal de la Sierra Tarahumara o la gran puerta de Barrancas del Cobre.
Creel tiene un perfil pueblerino con construcciones bajas de dos aguas, destacan sus parajes asombrosos como el Valle de los Hongos, el Lago Arareko, el Valle de los Monjes y el de las Ranas.
Llamado originalmente Rochivo, recibió su actual nombre en honor a Enrique C. Creel, gobernador de Chihuahua en 1907, cuando se inauguró la estación del ferrocarril.
Actualmente su reconocimiento a nivel mundial como uno de los dos “Best Tourism Villages of the World 2022” otorgado por la Organización Mundial de Turismo (OMT) que hay en México, sin duda lo seguirá fortaleciendo ante viajeros internacionales como una opción competitiva.
Zona Suroeste – Guachochi
Guachochi (Lugar de Garzas en rarámuri), se ubica a 422 kilómetros al sur de Chihuahua. Es uno de los principales territorios de la nación rarámuri en la Sierra Tarahumara.
Este nuevo Pueblo Mágico posee grandezas naturales como la Barranca de Sinforosa, reina de la Sierra Tarahumara con 1830 metros de profundidad que convive con el Río Verde.
El Parque Recreativo del Lago de las Garzas ofrece paseos en lancha, pesca de temporada y kayak. Este lugar de manantiales es parte del nacimiento del río Guachochi. El parque Ecoturístico “El Salto” tiene una caída de casi 20 metros donde se puede practicar rappel, escalada y senderismo.
Resulta imperdible la visita al Parque Ecoturístico Kokoyome que se ha hecho viral en redes sociales por su paisaje con cascada y clima cálido, también queda cerca Tónachi donde en Semana Santa se reúnen “los pintados” para danzar.
Zona Suroeste – Batopilas
Este antiguo y legendario poblado es considerado el verdadero tesoro de la Sierra Madre por sus vetas de plata. En 1708, el explorador Pedro de la Cruz encontró aquí abundantes yacimientos de plata que dieron origen a este pueblo minero y le llevó a grandes bonanzas.
Por esta razón, Batopilas fue el primer poblado del país, después de la Ciudad de México, en contar con energía eléctrica. La Revolución lo dejó despoblado y congelado hasta los años setenta del siglo XX cuando los viajeros lo redescubrieron como un destino único y mágico.
Con el reconocimiento como Pueblo Mágico en el año 2012, se restauraron las fachadas, se instaló la electricidad de manera subterránea y se remozó en general el pueblo.
