El sector de la aviación tiene un gran desafío: llegar a cero emisiones netas de carbono para 2050. Y, frente a ese escenario, está buscando diferentes alternativas para lograrlo.
Como protagonista de esta transición, la fabricante lanzó el Boeing Cascade Climate Impact Model, una herramienta de modelaje de datos capaz de identificar los efectos de una serie de soluciones de sostenibilidad para reducir las emisiones de carbono de la aviación.
La herramienta fue presentada por primera vez en Brasil durante el Foro de Sostenibilidad de Boeing y RSB realizado en Amcham, en São Paulo.
“El sector aeroespacial es fundamental para la sociedad. Es el que protege y conecta a las personas, permite los medios de subsistencia y el comercio, proporciona ayuda humanitaria y seguridad nacional, y permite la exploración humana del espacio”, explicó Landon Loomis, Presidente, América Latina y el Caribe y Vicepresidente de Política Global para Boeing.
Loomis añadió que en 2020, Boeing creó una organización interna dedicada al tema, nombró un Director de Sustentabilidad e incorporó el asunto en sus valores y objetivos.
Durante el Foro de Sostenibilidad, Boeing y RSB (Roundtable on Sustainable Biomaterials) también presentaron el estudio “Alimentando la Bioeconomía Sostenible – Creando impacto a través de programas regionales y multisectoriales.
El programa, impulsado por Boeing, exploró cómo la industria de la aviación puede desempeñar un papel de liderazgo en la lucha contra el cambio climático, mediante el desarrollo de una economía sostenible basada en la biomasa y circularidad.
Programa e informe, ambos publicados durante el evento cubrieron tres países identificados con gran potencial para convertirse en líderes en el desarrollo de combustibles de aviación sostenibles y la bioeconomía en general: Brasil, Etiopía y Sudáfrica.
Según la consultora Argus y un análisis propio de Boeing, las proyecciones globales que consideran cero emisiones de la aviación en 2050 apuntan a una demanda de alrededor de 23 mil millones de litros de SAF ya en 2030 y hasta 450 mil millones de litros en 2050.
Las inversiones ya anunciadas para la producción de SAF suman alrededor de 46 mil millones de dólares, llegando a los 2,25 mil millones necesarios en 2050.
Boeing Cascade Climate Impact Model
El modelaje de datos en “Cascade” también mide cómo la evolución de la flota de aeronaves, la eficiencia operacional, las fuentes de energía renovable y las medidas de compensación de carbono pueden ayudar en el camino hacia la descarbonización.
Los resultados obtenidos con la herramienta incluso muestran que el SAF debe tener el mayor impacto en la reducción de las emisiones de carbono porque puede usarse en aviones que están actualmente en operación y lo estarán hasta por 30 años más.
“Cascade’ examina todo el ciclo de vida de las fuentes de energía de la aviación – desde la producción hasta la distribución y uso – y cuantifica la capacidad de reducción de carbono de las principales estrategias de mitigación de la aviación”, explica Otávio Cavalett, Director de Políticas Públicas y Alianzas en Sostenibilidad de Boeing para América Latina y el Caribe.
El Foro de Sostenibilidad de Boeing y RSB presentó la herramienta en Brasil, considerando que el país tiene un inmenso potencial en la producción de combustibles de aviación (SAF) a partir de diferentes fuentes, como el bagazo de caña de azúcar.