De acuerdo a un estudio elaborado por Braintrust, este año el país alcanzará la meta de 85 millones de viajeros internacionales. El gasto turístico rondará los 100.000 millones de euros.
Este año España se volverá a batir el récord de visitantes internacionales, superando los 83 millones de 2019, hasta alcanzar los 85 millones. El impacto en la economía rozaría los 100.000 millones de euros en gasto, atrayendo un tipo de turista extranjero de mayor poder adquisitivo, que se sitúa un 12 % arriba del nivel prepandemia, según datos de un estudio elaborado por Braintrust.
En 2022 el número de viajeros internacionales llegó a los 71 millones, un 14,3 % por debajo de los alcanzados en 2019, debido en parte a la falta de visitantes de países asiáticos o americanos que levantaron sus restricciones más tarde y a la ausencia de viajeros de mercados próximos al conflicto de Ucrania.
Sin embargo, los datos son optimistas, ya que la cifra de gasto medio por viajero crece un 10,5 %, gracias a que la estancia es ligeramente mayor en un 5,7 %, lo que unido a la escalada de precios debido a la inflación, provoca un mayor gasto total en el país.
Alojamientos más caros
Braintrust analiza los datos por separado y destaca el incremento en la categoría de alojamiento, con un 13,1 % más comparado con el mismo período de 2019.
Por el contrario, otros rubros bajan fuertemente como los paquetes turísticos, que con un desplome del 19,5 % es el más perjudicado; mientras que el transporte sufre una caída del 12,4 %. Sin embargo, se mantiene el gasto en manutención y actividades de ocio.
El trabajo realizado refleja un turista de mayor gasto en destino, como lo demuestra el hecho de que hayan alargado la estancia media, y también que hayan elegido en mayor medida el alojamiento hotelero frente al extrahotelero de los años prepandemia.
Para José Manuel Brell, socio responsable de la práctica de Estudios y Modelos Cuantitativos, y de la Industria de Turismo y Ocio en Braintrust, “los datos invitan al optimismo y recogen un buen trabajo de los responsables turísticos tanto a nivel público como privado, aunque ello no debería ser una excusa para olvidar la necesaria transformación de la industria y adaptarla a los nuevos tiempos”.
