La Organización Mundial del Turismo (OMT), considera que uno de los elementos fundamentales para desarrollar el turismo es dar un uso óptimo a los recursos medioambientales. Para ello es necesario mantener los procesos ecológicos esenciales y ayudar a conservar la biodiversidad y los recursos naturales.
El turismo sostenible puede contribuir en el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por los Gobiernos en la Agenda 2030. Por lo anterior, la Hacienda San Antonio Hool busca sumarse con acciones puntuales implementadas en su operación del día a día siendo la clave para lograr que el turismo pueda ser sustentable y ofreciendo a sus visitantes la seguridad de hospedarse en un lugar amigable con el ambiente.
Cuidado del entorno natural- Donde antes hubo un jardín inexistente con muy pocas especies originales sobrevivientes, hoy se levanta un extenso oasis que hace homenaje a las especies nativas de Yucatán. Con la creación del jardín botánico se salvaron algunas de las especies endémicas y exóticas que se encuentran en desuso o peligro de extinción.
Jardines acuáticos- La introducción de estos como ecosistemas vivos de plantas acuáticas y peces endémicos provenientes de los cenotes de la región también cumplen una función importante de estabilizar la humedad, atraer la vida animal local y controlar de manera natural los mosquitos.
Gastronomía sustentable- El problema de la contaminación del suelo, aire y agua es otro asunto que las empresas turísticas deben atender. Para ello es fundamental utilizar productos amigables con el ambiente y evitar fertilizantes e insecticidas químicos en los jardines. Algunos de los productos utilizados para la elaboración de los platillos y las bebidas ofrecidas en la cocina de San Antonio Hool son cosechados en el huerto de la hacienda siendo ingredientes frescos y 100% orgánicos.
La autenticidad de la cultura local- El turismo no puede ser 100% sostenible sin un factor fundamental, el respeto hacia la cultura. Para entender un lugar es necesario conocer los valores tradicionales de la comunidad anfitriona, su cultura, la arquitectura y el trabajo local. En sus instalaciones la hacienda ofrece artesanías locales como las hamacas tradicionales del estado, apoyando así al comercio y economía de la ciudad.